ソA dónde irías?
ソQué es lo que harías?
ソA quién te gustaría avisar?
Una serie de sucesos me han hecho pensar en qué pasaría, si yo sé feaciente y exactamente que el día de mañana fuera el último que pudiese existir para mí... Sólo para mí.
ソMe arrepentiría de algo? No creo... después de todo, lo he pasado bastante bien. ソMe arrepentiría tal vez de las cosas que no he hecho? Mhn... eso si creo que es más cercano a lo que siento en este momento.
Es extraño... a los 8 años crees que tienes toda la vida por delante, que puedes jugar eternamente, mirar tele sin pestañear y comer todos los dulces del mundo... sin darte cuenta, ya llevas casi un cuarto de siglo parado en el planeta y el tiempo sigue y sigue transcurriendo. Se han ganado emociones, vivencias y sensaciones que irremediablemente, han formado a la persona que uno es hoy en día... Alguien que ya no juega tanto, arruga los ojos al mirar la tele y no le gustan tanto los dulces como en antaño.
Recuerdo que cuando estaba alrededor de segundo medio, mi mamá me regaló un pequeño librito que compró en la feria del libro de Viña. Era de color rojo, con detalles de cuadrillés blancos, azules y leves amarillos... muy pequeño, un poco más grande que una billetera normal y con letra lo suficientemente grande como para no arrugar la vista.
El librito se llamaba "El pequeño instructivo para la vida" y consistía en centenas de consejos que le daba un padre a un hijo que se iba de la casa para casarse con la mujer de su vida. Recuerdo que uno de los consejillos decía: "Escribe en un papel, las 50 cosas que deseas hacer antes de morir y revísalo cada mañana al iniciar el día".
La idea me pareció sencillamente genial. Me imaginé un millón de cosas a la vez y después me reía imaginándome cómo serían otras.
Soñaba despierto en cómo podría realizar tal azaña y casi al mismo tiempo, comenzaba a idear una nueva aventura... Fue tanto lo que me gustaron estas ideas, que finalmente, comencé a anotarlas en una pequeña libretita que manejaba en ese tiempo para tomar notas y anotar teléfonos. Las 50 cosas, las guardé junto a otro escrito que hicimos con varios amigos del colegio, que llamábamos "Las leyes de la vida", pero de ello no me referiré hoy.
Con el tiempo, esa libretita la perdí de mi vista, pero sin embargo, recuerdo algunas de las cosas que allí escibí: Saltar desde un avión con paracaídas, cantar en público, manejar un lamborghini, ser experto en algo realmente cool, plantar un árbol, escribir un libro, ser ejemplo de algún niño... y bueno... en fin, un montón de cosas que trataban de mezclar las peripecias de la aventura, con una especie de legado que podía dejar a otras personas.
Durante largo tiempo, pensé que la mayoría de esas cosas las iba a lograr hacer durante el tiempo que estuviese en la Universidad... ソY qué pasó? Bueno... aquí estoy ahora... año 2004, a 7 años de haber ingresado a mi casa de estudios, donde estoy a punto de comenzar mi memoria y sinceramente, creo que esa lista no ha registrado ninguna cantidad significativa de nuevos tickets o signos OK... Es más... Creo que estando entre segundo y cuarto medio, hice más cosas que las que he hecho desde que era mechón. Eso es preocupante.
...si ocupamos la personalidad típica del chileno mediocre... tendría que decir: "。。Hechémosle la culpa a alguien!!"... Primero que todo, creo que tengo q hecharle la culpa a la misma universidad que me cerró las posibilidades de aventurar con una tropa de maniáticos, esquizofrénicos y/o sedientos de adrenalina por la aventura. Por otro lado, tengo que culpar severamente a todas las agencias de viaje, turismo, entretenimiento, difusión y especialización en cualquier tema, por tener precios tan caros y no factibles para la economía de mis humildes bolsillos. Y finalmente, puedo achacarle el problema a la sociedad en sí, por imponer trabas estúpidas que impidan el crecimiento de la innovación hacia otras áreas que no son las tradicionales. Los dichos "aah... éste está loco" y "eso no se debe hacer" son fieles representantes de lo que intento decir.
Pero OK... no seamos ciegos de adrede, creo que todos tenemos claro que el problema de fondo no es ese; sino que yo mismo no me he dado el tiempo como para poder hacer estas cositas que siento son necesarias para vivir, y en muchas ocasiones, de manera bastante estúpida, cuando he tenido la oportunidad de hacerlas, tampoco me he atrevido.
Es un gran problema esto. Soy víctima de no cumplir mis propios sueños, por trabas que yo mismo me he impuesto... El mismo que dice "La única derrota es no seguir luchando", ha ido postergando a lo largo del tiempo el verdadero significado de esa lista con 50 cosas: Hacer las cosas sin pensarlo demasiado, disfrutar el momento y acumular la experiencia.
Creo que la decisión a tomar es bastante simple y oportuna... Hay que tratar de jugársela por todas las cosas que se presenten en el camino. No hay nada peor que quedarse sentado y pensar "ソQué hubiese pasado si ... ?" nonono... terrible... Prefiero mucho más, sacarme la cresta por haber andado senteado arriba del techo de un auto, que preguntarme cuando ya no tenga esta fuerza por arriesgarme: "ソQué se sentirá hacer eso?"
Un pequeño pensamiento para concluír este monólogo:
ソCómo deseo que me recuerden?
El día que tú mueras y estén todos alrededor del ataúd, qué contestarán cuando alguien pregunte ソVivió con pasión?